El 8 de marzo, es un día de reivindicación para la mujer trabajadora. Y remarcamos lo de trabajadora, porque esta lucha la comenzaron obreras precarizadas que gritaron fuerte y alto ¡Basta! Basta de falta de derechos, basta de desigualdad, basta de que se nos considere menos que a los hombres por el simple hecho de ser mujeres. Decidieron reclamar, que se les aplicaran, en ingualdad, los derechos que sus compañeros ya tenían. Queremos recordar a aquellas compañeras que dieron su vida por luchar, por no quedarse calladas y sumisas, ante esta situación de precariedad y desigualdad. Hoy, no es un día para festejar, ni felicitar, es un día para conmemorar a esas obreras y recordar que la lucha sigue.
Nosotras seguimos gritando «¡Basta!» en recuerdo a aquellas compañeras que se sublevaron contra lo impuesto, y porque las cosas han cambiado poco, por no decir nada. Se siguen vulnerando nuestros derechos, en el trabajo y en la vida. La clase política promete leyes de igualdad, pero poco importa que sean de izquierdas o de derechas, lo único que venden es humo. Se les llena la boca al decir que es «la más progresista de la historia» y ya.
No queremos leyes represoras hacia nuestros compañeros, queremos la igualdad entre la clase obrera.