Cierre del conflicto con el restaurante Pomodoro

Tras más de dos meses de conflicto y varias negociaciones con la empresa, se ha llegado a un acuerdo económico satisfactorio para nuestra compañera. Por lo que el conflicto queda cerrado con este acuerdo y consideramos cumplido el objetivo por el que se realizaron las acciones.

El acuerdo pactado es de una indemnización en la que le han abonado prácticamente la totalidad de las horas extra trabajadas. La compañera tenía un contrato de 20 horas semanales, pero en un mes trabajó muchas más horas más de las pactadas en contrato. Condiciones que son habituales hoy en día en cualquier trabajo; además de otras prácticas como cambios de horarios contínuos, avisos de cambio de horario en el momento, vigilancia con cámaras,etc…Nuestra compañera se plantó y reclamó lo que le debían, por lo que la empresa le despidió. Se organizaron piquetes y concentraciónes en la puerta del restaurante, durante dos meses. Se repartieron octavillas y se informó a las personas que entraban al restaurante. Después de varias negociaciones, la empresa cedió y se llego al acuerdo.

Demuestra una vez más que la mejor forma de defenderse frente a las agresiones que sufrimos todos los días las trabajadoras es la autogestión y la acción directa. La lucha se contruye mediante el apoyo mutuo y la solidaridad, no con subvenciones. Desde abajo y de forma horizontal, no con líderes ni representantes.

¡SI TOCAN A UNA NOS TOCAN A TODAS¡

¡NUESTRA MEJOR ARMA LA SOLIDARIDAD¡

El Sindicato de la CNT de Salamanca contra la minería radioactiva

Berkeley Minera asegura que derribarán y trocearán unas 1500 encinas de Salamanca en su primera fase de desarrollo. Ya han destruido decenas de ellas, pese a la presión social en contra y sin tener ninguna clase de permiso. 

Quieren construir una mina de uranio y extraer un millón de toneladas de material radiactivo. El Consejo de Seguridad Nuclear ha advertido de que generarán enormes cantidades de residuos nucleares, susceptibles de provocar contaminación radiactiva, pero la empresa no lo reconoce y planea tratar los desechos como si fueran escombros corrientes. La contaminación radiactiva es tristemente conocida por sus devastadores y duraderos efectos para la salud, y por su dificultad para preverse y evitarse correctamente.

Como sindicato de la provincia de Salamanca nos vemos en la obligación moral de expresar nuestro más enérgico rechazo a esta concesión privada por su carácter dañino para la tierra en la que se pretende ubicar, así como  su paisaje, agua, flora, fauna y habitantes.

¡QUE NO NOS MATEN LA TIERRA!
¡MOVILÍZATE CONTRA LA DESTRUCCIÓN!