Una veintena de personas protesta frente a la Subdelegación del Gobierno contra la «ley mordaza» y los últimos golpes represivos.
Los cargas policiales de Madrid, con decenas de heridos y detenidos, no son un caso aislado. Manifestantes apaleados, inmigrantes asesinados y presos torturados forman parte del triste día a día de nuestros telediarios.
Los últimos tiempos han sido especialmente duros en cuanto al uso de la fuerza contra manifestantes e inmigrantes, las detenciones, sanciones y encarcelamiento de anarquistas, sindicalistas y activistas sociales.
Vivimos en un país con cerca de 70.000 personas presas, unos 4000 inmigrantes expulsados al año y otros tantos recluidos en centros de detención. No existen registros del número de personas golpeadas o torturadas por miembros de los cuerpos de seguridad del estado.
A esto se suma la reciente aprobación del proyecto de ley de protección de la seguridad ciudadana, la conocida “ley mordaza”. Se trata del último instrumento legal diseñado para reprimir a minorías, evitar movilizaciones y recortar las libertades de reunión, expresión e información.
Legaliza la expulsión de inmigrantes en caliente, prohíbe manifestaciones frente al parlamento y fija multas de hasta 30.000 euros a quienes se nieguen a disolverse, difundan imágenes de la policía o impidan un desahucio.
No es una tendencia exclusiva de nuestro país. Se trata de un paso más en el perfeccionamiento y la sistematización del uso de la fuerza por parte de los estados del mundo entero contra el descontento de la clase trabajadora.
En nuestro sindicato tenemos muy claro que cuanto más fuerte sea la represión, más fuerte será nuestra solidaridad. No vamos a quedarnos en casa mientras detienen, apalean y destierran a nuestras compañeras y compañeros sólo por luchar por una vida mejor para todas.
CNT-AIT POR LA LIBERTAD