En los últimos cinco años el paro se ha multiplicado por tres y cada vez está más cerca de los seis millones. Cifra que, posiblemente, se alcance en las próximas semanas, si es que no lo ha hecho ya. Nosotros ya nos hemos cansado de los análisis que nos dan en la televisión, de las excusas que nos dan las empresas y de las mentiras que nos dicen los políticos y los profesionales del sindicalismo.
Para nosotras, el problema del paro es un problema exclusivo de los trabajadores. Sólo hay que ver las políticas de los últimos años, tanto de la izquierda como de la derecha, para comprender que el paro es una gran herramienta para los intereses económicos de los gobiernos y de las empresas. Las últimas reformas laborales sólo han servido para aumentar las cifras de paro: han limitado el acceso a la jubilación, han facilitado el despido y han creado fórmulas precarias de contratación.
Pero a todo esto hay que añadir las últimas reformas que nos afectan a los desempleados. La reducción de las prestaciones, la limitación al acceso a un subsidio, la obligación de realizar trabajos forzados para parados con prestación, la incorporación de empresas privadas al negocio del desempleo, son medidas que nos afectan a todas las desempleadas directamente.
Para nosotros no es suficiente la prórroga del Plan Prepara. Esta ayuda nos sigue pareciendo de una cuantía miserable, de acceso muy limitado y, claramente, insuficiente. Además, la prórroga de esta ayuda sólo afectará a un 5% de los parados y paradas. El resto seguiremos como hasta ahora. Según sus propios estadísticas, más de la mitad de desempleadas no estamos recibiendo actualmente ningún tipo de prestación.
Pero vamos con datos, que nos ayudan a comprender la magnitud de lo que están haciendo con nosotros y nosotras: parados y paradas.
La prórroga del Plan costará cerca de 400 millones de euros al año. El RACC, empresa de diferentes servicios del automóvil, obtuvo 340 millones de euros en beneficios y despedirá en la próxima semana a 194 trabajadores a través de un ERE. Carrefour ha obtenido unos 370 millones de euros en beneficio y acaba de implantar, a través de los sindicatos FASGA y FETICO, un convenio colectivo que reduce los salarios a sus trabajadores, aumenta las horas de trabajo y complica la conciliación laboral. Del mismo modo, la suma de subvenciones a la Iglesia católica, a los partidos políticos, a sus fundaciones, y a los sindicatos que se presentan a elecciones sindicales estaría cerca también de los 400 millones de euros.
Los gastos en prestaciones por desempleo suponen una inversión estatal de 14.000 millones de euros anualmente. Bankia recibió hace unos meses 18.000 millones de euros de fondos europeos, la respuesta del banco será la de despedir a más de 6000 trabajadores en las próximas semanas.
A las malas, la prestación universal para todos y todas las desempleadas podría suponer un gasto extra de unos 30.000 millones de euros anualmente. Esto supondría una tercera parte de lo que el Estado se está gastando anualmente en ayudas a la banca desde el año 2010.
Nuestra propuestas frente al problema del paro son bien claras. Problema el del paro que es nuestro, de los trabajadores, y no de los empresarios ni de los gobiernos ni de los políticos:
1.- Reducción de la jornada semanal a 30 horas sin reducir de ningún modo el salario. Según sus propios datos, la realización de horas extra en el último trimestre de 2012 ha supuesto la eliminación de más de 100.000 puestos de trabajo. La reducción de la jornada a 30 horas podría suponer la incorporación, a jornada completa, de más de cinco millones de personas.
2.- Reducción de la edad de jubilación a los 55 años. Actualmente, según sus propias cifras, hay más de dos millones de personas trabajando con más de 55 años. No tiene ningún sentido que mientras la cifra de paradas no deja de crecer, los gobiernos sigan con su pretensión de retrasar la edad de jubilación. No hemos de olvidar que el acuerdo de retrasar la edad de jubilación se materializó durante el gobierno socialista con el acuerdo favorable de las organizaciones sindicales CCOO y UGT.
3.- Supresión de las formas de contratación precarias: Rechazamos los contratos en formación, en práctica, los contratos de fomento del empleo, los contratos por obra y servicio y los contratos eventuales; así como las formas de contratación encubierta como son los sistemas de becas o el llamado contrato de aprendiz, último regalo del gobierno socialista. Cerca de cinco millones de trabajadores se encontrarían contratados a través de estas formas precarias de contratación.
4.- Oposición obrera a todo ERE y despido. Entre 2010 y 2012 se han producido cerca de un millón de despidos por Expedientes de Regulación de Empleo. De estos despidos, un 75% se han realizado con el acuerdo favorable de los Comités de Empresa, 750.000 trabajadores están en la calle gracias al modelo de representación sindical. Además, cada vez son más la empresas que se acogen a esta forma de recortar gastos presentando beneficios millonarios. La mejor forma de limitar el crecimiento del paro es la defensa de cada puesto de trabajo.
5.- Cobertura digna para todos los desempleados y desempleadas: Rechazamos las prestaciones precarias y miserables, como el RAI o el Plan Prepara. Exigimos una única prestación independientemente del sector en que se trabaje, agricultura, ayuda a domicilio o cualquier otro, y también independientemente del tiempo que se haya trabajado. Exigimos una prestación universal e indefinida.
Tenemos claro que estas propuestas no entran dentro de sus cálculos. Sabemos que son rentablemente imposibles dentro de un sistema económico que busca el beneficio de unos pocos frente a la miseria de todos los demás, nosotros y nosotras. Pero nosotros no miramos por el interés de los banqueros, de los políticos, de los especuladores, de los sindicalistas profesionales ni de los grandes empresarios. Sabemos que los vamos a tener en frente siempre que pretendamos mejorar nuestras condiciones de vida. Pero no nos queda otra, tú elijes del lado de quién estás.
CONCENTRACIÓN CONTRA EL PARO
15 FEBRERO, 20.00 HORAS
PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN