COMUNICADO PRIMERO DE MAYO
¡Este 1º de mayo volvemos a las calles! Salimos a reivindicar, a gritar y a luchar por todo lo que nos están quitando.
Este año, se pone en evidencia, más que nunca, la necesidad de defender con uñas y dientes nuestros derechos y libertades, que bajo la excusa del estado de alarma, siguen recortando y reprimiendo. Dónde sólo podemos ir a producir, pero no nos permiten tener una vida más allá del trabajo. En nombre de la salud, están vulnerando nuestros derechos fundamentales, debido a una sanidad precaria y saturada por las privatizaciones.
Hay que salir y no permitir que sigan obligando a la clase trabajadora a cargar siempre con el peso de las crisis. Las más perjudicadas y olvidadas hemos sido las trabajadoras del sector cuidados, las empleadas de hogar, las limpiadoras, el personal de residencias, sanitarias, repartidoras, cajeras, reponedoras… Las trabajadoras más precarias, temporales y vulnerables hemos sacado adelante un país sumido en la pandemia.
Se ha puesto de manifiesto la incapacidad de los gobiernos para dar respuesta a la sociedad. Sólo han beneficiado a las empresas permitiéndoles hacer ERTEs sin ningún coste, y pudiendo despedir a los 6 meses sin ninguna consecuencia para ellas. Sin embargo, las personas de a pie, los vecinos, los barrios, han sido quienes han demostrado su capacidad de organización y su solidaridad, con las redes vecinales que han dado respuesta a tantas y tantas familias.
Desde hace tiempo el debate o la agenda política en materia laboral parece limitarse a la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012, sin mencionar reformas anteriores, el retraso de la jubilación o el planteamiento de la mochila austriaca, que valora el gobierno por recomendación de la Unión Europea.
El estado como instrumento al servicio del capital es contundente a la hora de desahuciar familias, golpear a trabajadoras, sancionar, encarcelar… pero no lo es tanto a la hora de obligar a la banca que devuelva lo «prestado», a la hora de exigir a las grandes empresas que paguen impuestos, o a la hora de intervenir los precios abusivos de los servicios más básicos como la vivienda o la electricidad, encarecidos en los momentos más necesarios.
Vivimos un tiempo en el que se evidencia un capitalismo aplastante, voraz y asfixiante que destruye el planeta, que no nos permite vivir de manera digna, sometiéndonos y obligándonos a vender nuestra vida entera a cambio de una miseria, para seguir manteniendo los privilegios de los que más tienen a costa de la mayoría, que nos explota de manera abusiva, deshumanizado al trabajador, porque ni siquiera un trabajo te garantiza poder llegar a fin de mes, porque nadie nos garantiza un futuro mejor en este sistema.
Ante esa situación, desde CNT Salamanca reivindicamos una acción sindical que devuelva la dignidad a toda la Clase Trabajadora. Practicamos un sindicalismo basado en la solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa y la implicación de las trabajadoras en la resolución de los conflictos, ya que son las afectadas y por eso deben decidir. No queremos un sindicalismo de oficina, donde las afectadas no tienen voz, las decisiones son tomadas por comités de empresa vendiendo nuestros derechos, conseguidos por las duras y largas luchas de las trabajadoras.
Hoy volvemos a las calles por todas las compañeras caídas en defensa de nuestros derechos. Tenemos que continuar su camino, ahora más que nunca.
¡Viva el Primero de Mayo!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Viva la CNT!
