Continúa el boicot contra Kebab Zurich, Salamanca Kebab y Pak Europa y sus condiciones de semi-esclavitud. La anarcosindical de Salamanca exige la readmisión del trabajador despedido y apaleado por los empresarios de la cadena de restaurantes.
La presión ya ha logrado que los empresarios se vean obligados a ampliar la jornada a varios trabajadores y a sentarse a dialogar con el sindicato.
Después de más de dos meses de conflicto sindical, la acción directa continúa dañando la imagen y los intereses del grupo de empresas.
La CNT-AIT de Salamanca busca la readmisión del trabajador que fue despedido por denunciar los atropellos que sufrían él y sus compañeros. Los empresarios se han visto obligados a ampliar la jornada a varios trabajadores a tiempo parcial gracias a la presión del sindicato.
Farrukh Chohdary Farnaz Ahmed, dueño de Kebab Pak Europa y Salamanca Kebab y cabeza de la familia de empresarios, fue recientemente denunciado por el sindicato junto a su hermano Shahbaz por atentar contra el «ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas» al agredir con palos y puñetazos a los miembros de un piquete informativo, entre los que se encontraba el trabajador despedido.
Esta denuncia se suma a las interpuestas por cada una de las agredidas y a las presentadas por los trabajadores ante la inspección de trabajo por el incumplimiento sistemático de los más básicos derechos laborales en Kebab Zurich (dirigido por Manaz Ahmed) y Pak Europa.
Kebab Zurich, Kebab Pak Europa y Salamanca Kebab comparten los mismos patrones y las mismas condiciones de trabajo indignas: Trabajadores en régimen de semi-esclavitud trabajando 365 días al año. Condiciones de higiene y seguridad lamentables. Salarios por debajo del mínimo legal. Contratos temporales encadenados y fraude a la seguridad social.
Después de soportar durante años esta explotación, varios trabajadores se negaron a continuar así y se afiliaron a nuestro sindicato. Exigieron la totalidad de su salario y presentaron sus propuestas para mejorar las condiciones de toda la plantilla.
Lograron contratos indefinidos, respeto de las vacaciones y días festivos y, por supuesto, cobrar la cantidad íntegra reflejada en las nóminas.
La última jugada de la empresa consistió en reducir el salario de los repartidores hasta llegar a cien míseros euros, sólo un tercio del salario original.
La empresa dio a los trabajadores la “opción” de elegir entre la reducción de sueldo o el despido directo, aunque mantienen una trayectoria constante de beneficios.
Finalmente, la empresa cumplió su amenaza y despidió a quienes no aceptaron la reducción. El trabajador despedido, organizado en la CNT-AIT, decidió aumentar la presión y comenzar una campaña de boicot con el apoyo del sindicato.
Si con esta maniobra pretendían acallar las exigencias de los trabajadores, están muy equivocados. No toleraremos ni un sólo despido y seguiremos luchando por lo que nos corresponde. Paso a paso cambiaremos el mundo.
NO CONSUMAS EN KEBAB ZURICH, PAK EUROPA Y SALAMANCA KEBAB