Manifestación antifascista en Salamanca bajo el lema «Ninguna persona es ilegal»

La manifestación del 20 de noviembre, convocada por Acción Antifascista Salamanca y el sindicato salmantino de la CNT-AIT, recorrió las calles del casco histórico de la ciudad.

Antes de comenzar la manifestación militantes del sindicato cenetista informaban de lo ocurrido esa misma mañana en Madrid, donde la policía disolvía a golpes a las y los manifestantes que se daban cita en el campus de la Universidad Complutense. Cinco personas, miembros de Juventudes Libertarias, Mujeres Libres y la CNT-AIT de Madrid, eran además detenidas.

La manifestación de Salamanca discurrió sin incidentes reseñables. Las asistentes corearon eslóganes contra el racismo, las guerras y el fascismo durante cerca de una hora y media.

Reproducimos aquí el comunicado leído al finalizar la manifestación por el secretario general de la anarcosindical salmantina:

«Los pueblos que olvidan la Historia están condenados a repetirla.»

No podemos olvidar lo que los fascismos, nacional e internacional, hicieron en los años 30 del siglo pasado.

No podemos olvidar la posterior represión y el exilio forzado de tantos miles de españoles y españolas.

Francia los recibió con desprecio, como hace hoy Europa con los que huyen de las guerras.

Aquí la represión fue terrible en nombre de su Dios y de España con la bendición de la Iglesia Católica.

Dicen que hay que perdonar y olvidar. Se puede perdonar a quien pide perdón, pero nunca olvidar.

¿Olvidar a tantos muertos que siguen en las cunetas y junto a las tapias de los cementerios?

El fascismo sigue vivo en sus herederos ideológicos porque, paradojas de la vida, en España se sigue homenajeando a los fascistas y nazis de la División Azul y, sin embargo, en Francia se glorifica a los republicanos españoles que organizaron la resistencia y, aunque a veces se pretenda cambiar la Historia, fueron los primeros que entraron en París con el general Leclerc.

No olvidamos las imágenes de tantos y tantas españolas, mujeres, niños, ancianos, en los terribles días de febrero y marzo cruzando los Pirineos o abarrotando las carreteras camino de la frontera. Hay una imagen de una madre acurrucada delante de una pequeña hoguera intentando dar calor a los ateridos pies de su hijo. ¿Qué sería de ellos?

Nos estremecimos por un momento cuando hace poco vimos al pequeño Aylan ahogado en las playas turcas.

Siempre los más débiles sufrimos las consecuencias de la locura de terror de los estados.

Cada día son más niños los ahogados o muertos en los bombardeos, pero ya no reaccionamos, no son noticia.

Nunca más oiremos sus risas, ni sus padres los llevarán a jugar a los parques, ni podrán ir a la escuela a aprender a escribir palabras como Libertad y Solidaridad.

¡Malditas sean las guerras y malditos los que las alientan!

El 20 de noviembre de 1936 asesinaron a nuestro compañero Buenaventura Durruti. Para él y tantos compañeros y compañeras en la lucha contra el fascismo nuestro emocionado recuerdo.

Como decía Durruti: ¡llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones!

¡Salud!