Amadeu Casellas «La cárcel es el negocio del siglo XXI»

Amadeu Casellas estuvo este domingo 23 de noviembre presentando su libro «Un reflejo de la sociedad» en Salamanca. Su testimonio es clave a la hora de entender la realidad penitenciaria de las cárceles de la democracia: centros de aislamiento y exterminio a la par que una sorprendente fuente de negocios.

Amadeu es un compañero que ingresó en prisión a finales de los años setenta, después de realizar varios atracos a entidades bancarias para dedicar el dinero al sostenimiento de luchas obreras y al apoyo a familias con pocos ingresos. Desde su ingreso en prisión, Amadeu se caracterizó por hacer frente a los graves abusos que sucedían dentro de las cárceles. Fomentando las huelgas de hambre para exigir la reforma del Código Penal y la derogación del Régimen Penitenciario de 1981.

Las modificaciones logradas en la legislación no pudieron valorarse positivamente, pues el Partido Socialista implementó a principios de los años noventa el régimen FIES, Ficheros Internos de Especial Seguimiento. Este régimen consiste en el aislamiento de los presos más conflictivos, 22 horas en la celda y 2 horas en el patio aislado del resto de reclusos; así como la limitación absoluta de las llamadas de comunicación. La cárcel dentro de la cárcel.

Amadeu también aprovechó para denunciar el negocio que esconden las cárceles. Hizo referencia a la empresa pública CIRE, empresa afincada en Cataluña y dirigida por Marta Ferrusola, esposa de Jordi Puyol, en colaboración con diferentes jefes provinciales y jefes de Centros Penitenciarios entre los que se encuentran numerosos ex-directores de prisiones cesados por su participación en torturas a presos, tales como Santiago Martínez, Javier Losada o Mariano Revuelta. Esta empresa llegaba a facturar en un año unos 24 millones de euros, con unos costes anuales de un millón de euros, principalmente en salarios para presos. El resto de la facturación, 23 millones de euros, que debía invertirse en medidas de reinserción desaparecía en chalets de lujo y coches de alta gama.

Otra de las empresas implicadas es Servivending, una empresa dedicada a la distribución de tabaco, refrescos y alimentos a través de máquinas expendedoras. Entre los principales accionistas se encuentra Jordi Puyol Ferrusola, hijo de Jordi Puyol. También El Corte inglés participó de los beneficios de contratar mano de obra ultraeconómica, en los Centros Penitenciarios de Martorrel y Barcelona la empresa contrataba por salarios de 150 euros mensuales a reclusos para la elaboración de sábanas y almohadas que luego se vendían al público. No en vano, se trata de auténticos trabajos forzados, pues negarse a trabajar se considera como una falta de interés en la reinserción y lleva parejo la pérdida del derecho al acceso a permisos. También ACS, empresa de Florentino Pérez, participa de este beneficio, a través de la construcción de numerosos Centros Penitenciarios.

Amadeu denunció que el Gobierno es el responsable de la mayoría de muertes por sobredosis en prisión. Explicó cual es el mecanismo habitual para inculcar en la población reclusa el consumo masivo de drogas legales, tales como metadona, tranquimazin o seroquel. En línea con esto, no pudo dejar de mencionar que en muchos casos la población recusa es tratada como conejillos de indias por la industria farmaceútica. Debido al elevado control sobre los hábitos de vida de esta población, muchas farmaceúticas utilizan las prisiones como auténticos laboratorios. Como ejemplo, Amadeu mencionó el caso del inteferón un medicamento contra la hepatitis C que fue probado inicialmente en muchas prisiones.

Amadeu terminó explicando sus últimos años de condena que pasó de huelga de hambre en huelga de hambre. Amadeu pretendía denunciar su situación, pues se encontraba cumpliendo varios años de condena de más. Gracias a la lucha dentro de la cárcel y, especialmente, al apoyo dado desde fuera por numerosas organizaciones del ámbito anarquista el caso se dio a conocer en todo el mundo y se consiguió que se revisara su caso para que finalmente le fuera concedida la libertad inmediata. Diferentes responsables de Instituciones Penitenciarias en Cataluña afirmaron públicamente de que se trataba de un caso excepcional, si bien en las fechas posteriores al excarcelamiento de Amadeu, 23 presos fueron puestos en libertad inmediata por el mismo motivo sólo en Cataluña y 50 en el resto del Estado español.