La flexibilización del sector del comercio

Liberalizacion de horarios y precariedad al servicio de las grandes multinacionales

 


A modo de introducción

Con este breve dossier pretendemos recoger los procesos que han generado la progresiva “liberalización” del sector del comercio, así como sus posibles consecuencias, pasando ineludiblemente por la ideología de fondo que sustenta estas medidas. En último lugar, dejamos bien claras las propuestas que nosotros y nosotras tenemos ante la situación actual del sector.

La economía de libre mercado es una de las propuestas básicas del liberalismo. Este modelo económico se basa en la idea de que todas las actividades y transacciones económicas deben depender de un modo exclusivo a la iniciativa de los individuos. Según esta propuesta, la posición de fuerza del empresario y del trabajador es la misma, y ambos están en igualdad de condiciones de negociar cualquier asunto: salario, horarios, vacaciones…

Este posicionamiento entiende como organismos ajenos a estas negociaciones al Estado y a los propios sindicatos, y considera que su intervención es una auténtica injerencia en la libertad de los individuos para pactar libremente acuerdos económicos. Bajo esta ideología se desarrolla en España desde la Ley 1/2004 toda la base legal y social para fomentar la progresiva “liberalización” del sector del comercio.

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La legislación al servicio de las multinacionales

Como ya hemos mencionado, la Ley 1/2004 puede considerarse uno de los principales puntos de inflexión de las propuestas liberales en materia de comercio. A través de esta Ley se fija en un mínimo de ocho domingos y festivos de apertura al año, que posteriormente modifica el Real Decreto-Ley 20/2012 para fijarlo en un mínimo de diez, sin perjuicio de lo que puedan desarrollar las Comunidades Autónomas. En Castilla y León, a través del Decreto 16/2003 crea la figura de “Zona de Gran Afluencia Turística”, que permitirá que las Entidades Locales que así lo soliciten puedan excepcionarse de la limitación de apertura en diez festivos que venía aplicando la Comunidad de Castilla y León.

En noviembre de 2013, la Junta de Castilla y León otorga la calificación de Zona de Gran Afluencia Turística a las localidades de Salamanca (por las presiones ejercidas por Carrefour y El Corte Inglés, principalmente), Santa Marta de Tormes (por las presiones ejercidas por Mercadona, Inditex, Mediamarkt y Leroy Merlin, especialmente) y Carbajosa de la Sagrada (por las presiones ejercidas por E. Leclerc y Decathlon). A través de esta medida, se establecen seis nuevos festivos de apertura, lo que suma en estas localidades un total de dieciséis domingos de apertura para el año 2014.

Una de las cosas más llamativas es la consideración de Santa Marta y Carbajosa como “zonas de gran afluencia turística”, trámite necesario para abrir seis domingos más que otros municipios de la provincia y de la Comunidad. Sin embargo, para estos casos la legislación autonómica tenía preparada una posibilidad; el denominado “turismo de compras”. Un concepto clave para justificar no sólo un modelo de vida basado en exclusiva en el consumo, sino también para dar por sentado que las grandes superficies necesitan de regulación específica, al más puro estilo Eurovegas.

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El pseudo-sindicalismo y la precarización del sector

No cabe duda de que el pistoletazo de salida, en nuestra opinión y en nuestro ámbito, de esta penúltima fase de “liberalización” del comercio es la firma del Convenio Colectivo Estatal de Grandes Almacenes, a comienzos del año 2013 entre ANGED (Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución), y las Organizaciones pseudo-sindicales FASGA y FETICO.

Las nefastas consecuencias de este acuerdo para los trabajadores y trabajadoras del sector más importantes en lo relativo a este asunto fueron el aumento de la jornada anual en 28 horas sin ningún aumento de salario, la eliminación de plus por trabajo en festivos y la obligación de trabajar al menos nueve festivos al año. CCOO y UGT criticaron fuertemente este acuerdo y lo denunciaron en los Juzgados, llegando a anular excepcionalmente alguna cláusula que no afecta a este tema particularmente.

Sin embargo, también las Organizaciones pseudo-sindicales CCOO y UGT fueron quienes firmaron en el ámbito autonómico meses después la revisión salarial para el año 2014 del VII Convenio Colectivo de Medianas Superficies en el que se incluían dos cláusulas en la línea marcada por sus homólogos FASGA y FETICO: la congelación salarial para todo el año y la suspensión del plus de antigüedad. Lo que permitía un ahorro salarial que podría invertirse en la apertura en festivos.

En este mismo ámbito fue especialmente llamativo el acuerdo alcanzado por CCOO y UGT en el Grupo El Árbol que, durante los meses de diciembre de 2013 y enero de 2014, abonó a sus trabajadores y trabajadoras el salario por servicio en festivos a través de vales de compra en sus propios establecimientos. Lo que suponía no sólo una clara pérdida de derechos para los trabajadores y trabajadoras, que ya no podían ni decidir en qué gastar su dinero, sino además un importantísimo ahorro para el Grupo en concepto de salarios.

Por último, y no menos sangrante precisamente, fue el acuerdo que firmaron CCOO y UGT en el ámbito de la provincia de Salamanca para el sector del comercio en general. Por un lado se aumentaba hasta catorce como máximo de festivos que un trabajador o trabajadora podría prestar sus servicios al año (seis más que en el anterior convenio) y por otro lado se reducía en casi un 20% el abono por trabajo en festivos. Además, esta pérdida adquisitiva se hizo a la vez que se desligaba del sueldo base, transformando el abono en festivos en un plus, lo que previsiblemente facilitará que en futuras negociaciones este plus desaparezca. De esta forma, estas Organizaciones apoyaban en el plano legal lo que se había criticado en el plano mediático: el aumento de la apertura en festivos; pues aumentan la autorización a nivel laboral los mismos días que había aumentado la Junta a nivel empresarial.

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Libertad de horarios para una esclavitud de consumo

Desde un punto de vista social las medidas de liberalización del comercio pasan por una concepción mercantilista de las relaciones humanas. Se da por sentado que la evolución de la sociedad y de las ciudades ha generado un nuevo tipo de ocio. Este ocio debe materializarse en espacios semi-privados, como son los centros comerciales y pasan ineludiblemente por el consumo. La apertura de grandes centros comerciales más horas y durante más días, daría respuesta a esa nueva forma de entender el ocio.

Nosotros y nosotras entendemos que esta forma de entender el ocio, a través del consumo, es fruto de la ingente labor de propaganda de la sociedad de consumo y de la sucesiva reglamentación y estricta limitación del uso de la calle o del denominado “espacio público”. Por un lado, a través del bombardeo en medios de comunicación, se ha generado la actividad de consumo como una forma de ocio; se entiende que las relaciones sociales necesitan de estímulos ajenos para llevarse a cabo, lo que ha generado que estas relaciones tiendan a desarrollarse cada vez más en ámbitos de comercialización, como bares, centros comerciales o zonas de tiendas. Por otro lado, entendemos que hay que enfocar la progresiva limitación del uso de la calle a través de diferentes reglamentos. No cabe duda que en el epicentro de esta normativa tenemos que situar a la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, que hemos venido denunciando desde que se hiciera público el borrador en 2008. Estas Ordenanzas, que cada vez tienen más implantación en Castilla y León, entienden la calle como un lugar de tránsito, y buscan remover de ella todo lo que pueda obstaculizar la “libre circulación”, como gente jugando en la calle o personas sentadas en las aceras.

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¿Cómo afecta a las trabajadoras y trabajadores del sector?

Muchas personas defendían esta medida porque pensaban que estas grandes superficies cubrirían esa demanda laboral a través de nuevas contrataciones, pero como ya hemos dejado entrever en en el análisis sindical, este aumento se está cubriendo a través de la plantilla habitual, limitando su descanso y por tanto su conciliación familiar.

A estas medidas sobre el papel hay que añadir el progresivo aumento de la realización de horas extra que alcanzó a finales de 2013 valores por encima de los reflejados desde el año 2008 y de las cuales más de un 40% no son remuneradas, todo ello según datos oficiales. Esta situación afecta especialmente al sector del comercio, que según el estudio fue uno en el que se realizaron más horas extra. Los cálculos estimaron que sólo con la acumulación de horas extra realizadas se podrían haber cubierto más de 80.000 puestos de trabajo.

La experiencia en la “liberalización” de horarios en otras Comunidades, como Madrid o Cataluña, ha demostrado que este tipo de medidas no generan empleo ni aumentan el consumo. Según datos empresariales, en Cataluña la “libertad” de horarios generó una destrucción de empleo del 1,4%, mientras que en Madrid llegó hasta el 2,6%. Los estudios al respecto parecen indicar que esta deriva deviene de la destrucción de empleo en las denominadas pequeñas y medianas empresas, que en muchos casos en Salamanca se materializan en autónomos sin ningún asalariado. Todo esto a pesar de que Madrid y Cataluña son las Comunidades con un mayor número de turistas; muy por encima de las cifras que arroja Castilla y León. Precisamente Salamanca fue, y con muchísima diferencia, la provincia que más empleo autónomo destruyó en el año 2013 en el sector del comercio. Algo que sólo ocurrió en seis provincias de todo el Estado, de las cuales cinco son de Castilla y León.

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El darwinismo económico

Una cosa que nadie ha dudado desde un primer momento es que la ampliación de horarios de apertura beneficiaría a las grandes superficies; pues éstas serían las que, por motivos de recursos humanos, podrían asumir más fácilmente el aumento de la carga de trabajo. Nosotros y nosotras entendemos que estas medidas impulsadas por las grandes superficies son un intento de destruir la competencia, como de hecho se ha venido haciendo, a través de unas medidas muy competitivas que no pueden ser asumidas por los minoristas. De esta forma asumen un papel hegemónico en el sector.

Esta estrategia ha sido precisamente la que ha llevado a cabo Mercadona en la última década en la provincia de Salamanca, al igual que en muchas otras del Estado español. Se establecía en un barrio con un elevado número de comercios minoristas, establecía unos precios de venta que no podían ser asumidos por los pequeños comercios y éstos tenían que cerrar. Una vez que el supermercado era un referente en el barrio, por ser el único, la empresa tenía total libertad para establecer los precios que considerara.

También entendemos que esta estrategia ha sido la que ha intentado desarrollar el Grupo El Árbol, empresa que ha crecido en los últimos años a partir de la compra de medianas superficies que cerraban debido a la crisis. Pero parece que en este caso, la puesta en práctica no ha sido tan ideal como parecía sobre el papel y la empresa está abriendo la posibilidad de empeorar las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras para no perder competitividad frente a las grandes macroempresas del sector.

En cualquier caso, todas las cifras de estas macro-empresas dejan bien claro a quién se le aplica y a quién no el cuento de la crisis: El Corte Inglés cerró 2012 con un beneficio neto de 171 millones, Carrefour generaba, sólo en el primer semestre de 2013, un beneficio neto de más de 900 millones de euros, Inditex aumentaba su margen de beneficios en 2013 respecto a 2012 en un 1,5% llegando en el primer semestre del año pasado a los 952 millones de euros, Mercadona también aumentaba sus beneficios un 1% en 2013 y lograba, en el cómputo anual, alcanzar los 515 millones de euros. DIA aumentaba un 12% su beneficio en 2013 llegando a los 227 millones de euros.

Decathlon, que ha venido proclamando durante meses la necesidad de desarrollar medidas para congelar el salario de sus empleados, mantuvo un margen de beneficios cercano a los 100 millones de euros en los ejercicios de 2010 (97), 2011 (102) y 2012 (97). El Grupo El Árbol ha obtenido un beneficio neto de 22 millones de euros tanto en el ejercicio de 2011 como en el de 2012, lo que no ha quitado para que ha comienzos de 2014 haya solicitado apoyo económico a la Junta de Castilla y León por valor de diez millones de euros.

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¿Qué ocurre en otros países de Europa?

En el plano europeo encontramos dos tendencias, por un lado los países que legalmente tienen impuestas mayores limitaciones a las aperturas en horarios y aquellos que bien por legislación o por su ausencia tienen decretada una libertad total de apertura.

Dentro de los países que tienen una liberalización total de horarios de apertura de grandes superficies, encontramos ejemplos como Reino Unido, Eslovenia, Eslovaquia, Bulgaria, Polonia, Estonia e Irlanda, que no tienen ninguna limitación normativa al respecto. Por su interés y semejanza al caso español, estudiamos con algo más de profundidad los casos de Italia y Portugal.

A finales de 2011 Monti aprobaba el conocido como Decreto “salva Italia”, en el que entre otras medidas impopulares, como la congelación de las pensiones o el retraso de la edad de jubilación, se aprobaba la liberalización de algunos sectores, en particular el comercio. Estas medidas, al igual que en España, se hacían a costa de aumentar la precariedad de los trabajadores y trabajadoras del sector, lo que generó que se realizaran movilizaciones por parte de la USI, Sección italiana de la Asociación Internacional de los Trabajadores.

En Portugal, a través de diferentes reformas laborales se ha ido generando una situación idónea para la liberalización en la práctica del sector, porque legalmente no tiene ninguna limitación. A comienzos de 2012, se reducía a la mitad el salario por cada hora extra, se eliminaban tres días de vacaciones y cuatro días considerados festivos y se creaba una bolsa de 150 horas extra totalmente gratuitas para la empresa que podía asignar de forma totalmente libre y arbitraria, es decir, casi 19 días de trabajo absolutamente gratuitos.

Dentro de los países con una política más restrictiva en este tema, podemos encontrar ejemplos como Austria y Chipre, donde está permitida la apertura de un máximo de ocho domingos al año, o Grecia, país en el que el tope está fijado en dos domingos y festivos de apertura al año. Otros países limitan el número de aperturas al año con cifras algo superiores, entre 9 y 12, como serían los casos de Holanda o Bélgica. Por su interés particular en el plano geopolítico, estudiamos los casos de Francia y Alemania.

En Francia la liberalización del comercio sufrió un punto de inflexión con la Ley “Mallié”, por un lado fijaba un tope de cinco domingos y festivos de apertura al año para grandes superficies, permitiendo de forma discrecional la apertura de comercios con una superficie menor a los 500m2,. Ya antes de esta Ley se estimaba que aproximadamente un 30% de los trabajadores y trabajadoras prestaban sus servicios en domingo. A finales de 2013, las empresas Leroy Merlin y Castorama decidieron abrir en domingo, a pesar de actuar de esta forma al margen de su legalidad, lo que ha generado que resurja el debate sobre la liberalización de los horarios de las grandes superficies.

En Alemania, la legislación es bastante más estricta y se permite la apertura de un tope de cinco domingos al año que puede ampliarse de forma limitada por los Estados, si bien sólo algunos Estados, como Berlín, han ampliado la apertura a un tope máximo de diez domingos. En este caso, las denuncias contra la liberalización de los horarios en el sector del comercio han venido de las Iglesias Católica y Evangélica, que entendían que una moción favorable a la liberalización iría contra la protección del domingo como día “sagrado” de descanso.

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¿Qué defendemos nosotros y nosotras?

1.- Sobre el establecimiento de horarios de apertura: Nuestra propuesta es bien clara, estamos en contra de la liberalización de horarios tal y como se plantea. Pero no defendemos la intromisión del Estado en la regulación de las condiciones laborales, porque creemos que estas deben ser establecidas por una negociación entre el empresario y el conjunto de trabajadores. Ahora bien, en el momento actual, debido a las desmovilización generalizada, sabemos que es faltar a la verdad el hablar de negociaciones en igualdad de condiciones y mucho menos en libertad. Por todo ello, defendemos el desarrollo en el sector de una auténtica libertad sindical, frente al modelo de sindicalismo de empresa de FETICO y FASGA y sus aprendices CCOO y UGT, que se concreta en:

    1. Potenciación del desarrollo de Secciones Sindicales con capacidad de negociación, que los acuerdos que firmen serán vinculante para los afiliados y afiliadas que representen.
    2. Eliminación de los privilegios de los miembros de los Comités de Empresa, respecto a horas sindicales y acceso a la información. Toda la información de la empresa deberá estar accesible a todas las Secciones Sindicales. La protección del puesto de trabajo para los miembros de los Comités de Empresa se extenderá a toda la plantilla.
    3. Participación directa e ineludible de los trabajadores en los procesos de negociación a través de Asambleas de trabajadores y trabajadoras vinculantes.

2.- Sobre las condiciones laborales: Nos negamos a que haya un sólo recorte en el sector del comercio, así como en cualquier otro. Las empresas multinacionales que han promovido la ampliación de horarios ligada a un empeoramiento de las condiciones laborales han cerrado los últimos ejercicios con beneficios astronómicos. Por eso, frente a la situación actual de la clase trabajadora, apostamos por:

    1. Reducción de la jornada laboral sin reducción de salario
    2. Cubrimiento de campañas, contingencias o necesidades habituales que superen la carga de trabajo a través de nuevas contrataciones no precarias.
    3. Subidas lineales de salarios y equiparación de todos los salarios de los diferentes grupos profesionales en un único salario, igualado al alza.
    4. Incorporación de los conceptos de pluses al salario base, y eliminación de cualquier ligamento entre salario y beneficios o similares.
    5. Eliminación de todo tipo de hora extra en el comercio.

3.- Sobre la protección al empleo: Entendemos el sector del comercio como un sector importante en la ciudad de Salamanca, por eso defendemos que es de especial trascendencia el que se recojan diferentes medidas para la protección de empleo en la ciudad. Que entendemos pueden concretarse en:

    1. Incorporación en todos los convenios y acuerdos de una cláusula de garantía laboral, por la que en cualquier despido improcedente sea el trabajador quien decida entre aceptar la indemnización u optar por la readmisión.
    2. Aumento de la indemnización por despido improcedente a un año de salario por despido más 45 días por año trabajado.
    3. Eliminación del período de prueba, y especialmente de los períodos de prueba abusivos de varios meses de duración.
    4. Imposibilidad de realizar despidos por causas económicas en aquellos centros cuyas empresas sigan manteniendo beneficios, aunque hayan reducido el margen de éstos. En aquellas empresas en los que las pérdidas sean atribuibles a una mala gestión empresarial, se procederá del mismo modo.

4.- Sobre el pequeño y mediano comercio: Partiendo de que para nosotros y nosotras es lo mismo un empresario que contrata a diez trabajadores que el que contrata a mil, entendemos que todas las medidas que proponemos se deberán aplicar por igual a todas aquellas empresas que tienen trabajadores y trabajadoras asalariadas. Sin embargo, para lograr una especial protección de los trabajadores autónomos proponemos:

    1. Reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia sin asalariados. Para compensar se eliminarán los beneficios de exención y similares que se otorgan a las contrataciones actuales para los empresarios.
    2. Reducción de los impuestos derivados de la actividad autónoma sin asalariados, tales como impuestos por utilización de locales o impuestos aplicables a gastos asociados como transporte o luz.

Sabemos que muchas de estas medidas pueden resultar llamativas, porque estamos acostumbrados a que nos vendan el punto de vista del empresario. Que se le den beneficios en la Seguridad Social mientras se nos dice que hay poco dinero y hay que aumentar la edad de jubilación. Que se aumente la jornada laboral de forma encubierta mientras no deja de aumentar el paro… Ya es hora de que un Sindicato se preocupe de defender a los trabajadores y trabajadoras y de hacer propuestas que satisfagan la necesidad del conjunto de empleados y empleadas del sector. Estamos cansados y cansadas de sufrir recortes mientras vemos atónitos como no dejan de ganar millones y millones de euros a nuestra cosa.

Esta tabla y este documento no es algo cerrado, son una serie de propuestas que entendemos como un marco, para dar una idea de cual es nuestro posicionamiento. Te animamos a que te organices con tus compañeros y compañeras, estudiéis y debatáis la tabla, añadáis lo que consideréis y quitéis lo que no os gusta y se la presentéis a vuestro jefe o jefa. Que le dejéis claro que ha pasado el momento de mirar a otro lado, de echar la culpa a los sindicalistas profesionales a la “gente” que no hace nada, a los demás trabajadores del sector “que tampoco hacen nada”. Que es el momento de poner los puntos sobre las íes.